Este panel de destreza manipulativo permite a los niños (a partir de los 18 meses), y a los adultos, desarrollar su motricidad fina de manera divertida gracias a su amplio abanico de actividades y juegos. Viene con unos velcros que lo hacen totalmente configurable, pudiendo cambiar las actividades en función del interés de las personas que lo utilizan. Los peques y los adultos podrán trabajar su imaginación, la coordinación de las extremidades superiores, así como la motricidad de la mano. Se puede poner contra la pared a la altura del suelo, pero por razones de seguridad, hay que prestar mucha atención a la manera de sujetarlo, ya que es relativamente pesado. También se puede poner a la altura del sofá o de un sillón, ¡así será accesible para todos!
Antes de empezar a hacer este panel, determina el lugar donde vas a querer ponerlo y toma las medidas, ya que estas dictarán la dimensión de tu panel. Nosotros hemos utilizado la base de una mesa de 12 x 80 cm que ya no utilizábamos, ya que en Hop’Toys intentamos reciclar ¡todo lo que podemos! El DIY (del inglés “do it yourself”) o “hazlo tú mismo” también consiste en eso: utilizar objetos que ya no se utilizan para transformarlos en otros por la mitad de precio.
Para crear este panel de destreza manipulativo necesitarás:
★ La caja con 100 botones para lazada
★ El taller de atornillamiento
★ El marco de vestir Montessori
En una tienda de bricolaje o en vuestro garaje, desván, armario…:
★ Un enchufe completo
★ 20 cm de cuerda elástica coloreada
★ Un interruptor
★ Una rueda pequeña
★ Una cerradura de cadena
★ Velcro y cinta adhesiva de doble cara
★ Un destornillador
★ Bridas
★ Tijeras y un martillo
Nosotros hemos empezado este panel de destreza imprimiendo las imágenes (vosotros podéis substituirlas por fotos de familia, de amigos, etc.) para más tarde ponerlas en el interior del marco de vestir Montessori y de la tabla de cerraduras. Esto permite integrar en el panel elementos motivacionales para fomentar la interacción.
A continuación, hemos pegado con cinta adhesiva de doble cara las imágenes; también podéis utilizar la masilla adhesiva, un método más fácil y práctico.
Para poner la imagen del árbol dentro del marco de vestir Montessori, hemos trazado una línea sobre la imagen que corresponde a la dimensión del marco de vestir con un lápiz gris, para así saber por dónde tenemos que recortar la imagen.
Para atar el marco de vestir Montessori (y los demás elementos), hemos utilizado cinta de velcro. En este caso puede soportar hasta 5 kg, lo cual quiere decir que se pueden colgar objetos y juguetes pesados, pero sobretodo quiere decir que resistirá a las manos agarrando los distintos objetos del panel.
El velcro también es una manera de poder cambiar los elementos de actividades del panel: si la persona que lo está utilizando muestra poco interés por alguna de las actividades, podrás cambiarla por otro fácilmente. Claro está que también podéis utilizar los distintos juegos y juguetes de manera clásica y sin colgarlos en el panel.
Usando su destreza la persona podrá abrir y cerrar el marco de vestir con los botones a presión (o de corchete) donde encontrará un bonito paisaje, una foto de su familia, etc. Este marco permite trabajar la motricidad fina ya sea tirando de los botones, o apretándolos, pero también fomenta la coordinación y la capacidad de concentración.
En esta etapa hemos utilizado los botones y cordones de la caja de botones para enfilar para aportar otra experiencia sensorial. Este elemento es indispensable ya que permite trabajar múltiples aprendizajes como los colores, la numeración… Consiste en utilizarlo de la manera más simple posible, es decir, pasando los botones de un lado a otro contándolos al mismo tiempo.
Estos botones también permiten desarrollar funciones cognitivas, y es que se estimulan tres de los cinco sentidos: el tacto, la vista y el oído.
Esta actividad refuerza la concentración y la atención ya que el niño o el adulto, completamente sumergido en la actividad, se esforzará por tener el control de sus movimientos precisos para así lograr con éxito la tarea propuesta.
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En esta etapa hemos añadido fotos de amigos y familiares dentro de la tabla de cerraduras, tomando las dimensiones con una regla del interior de cada cuadro, para luego recortar las fotos según la medida y darle la forma redondeada a los bordes con un cúter. Las fotos se utilizan también aquí como un refuerzo positivo.
Hemos fixado el Spring a ling a la altura de su base, con abrazaderas con clavo. Gracias al clavo, el ábaco se mantendrá perfectamente en horizontal. El Spring a ling permite realizar una actividad similar a la de enfilar abalorios pero con menos dificultad.
Para el taller de atornillar, lo hemos pegado también al panel gracias a la cinta adhesiva. Este permite desarrollar la motricidad fina girando el destornillador en el buen sentido, trabajando el aprendizaje y el reconocimiento de los colores.
Los buzzers son muy interesantes, nosotros hemos optado por colgarlos también en el panel con velcro. Estos permiten comprender la relación causa-efecto y nos preparan para la utilización de los conmutadores o pulsadores desde una perspectiva del control de los juguetes, del material informático o del entorno. Estos buzzers se iluminan y emiten un sonido muy gracioso y distinto los unos de los otros cada vez que los pulsamos.
Nos hemos dirigido a una tienda de bricolaje y por menos de 8 euros hemos podido encontrar un interruptor, una clavija (enchufe macho) y una toma de corriente (enchufe hembra) conectado a una cuerda elástica de color. También hemos comprado una cerradura de cadena, para deslizarla, que hemos atado gracias al tornillo que venía con ella.
La clavija la hemos pegado al soporte gracias a la cinta adhesiva de doble cara. La toma de corriente, hemos tomado la cuerda, hemos hecho un nudo en sus extremos, y lo hemos fijado con la abrazadera (como la que hemos utilizado antes). A partir de esto momento el niño, o el adulto, ya podrá encender y apagar el interruptor, conectar o desconectar el enchufe.
Hemos añadido el maletín geohombrecito, un juego magnético con colores vivos, distintas formas y un fondo negro, que aporta un fuerte contraste visual, especialmente indicado para los niños con discapacidad visual.
Y... ¡tachán! Este es el resultado: un panel de destreza manipulativo. Nosotros lo hemos puesto en el suelo de un espacio tranquilo, pero como hemos comentado anteriormente, podéis fijarlo en la pared a la altura que queráis.
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