Los niños necesitan desarrollar sus capacidades sensoriales. Naturalmente, van a experimentar utilizando todos sus sentidos para descubrir, aprender y progresar. Hoy, te proponemos guiarlos con esta actividad inspirada del método Montessori. El objetivo es permitirle al niño asimilar una información sensorial, clasificar lo que percibe según características y reconocer lo que es semejante de lo que no es. Hoy vamos a trabajar los sentidos del tacto y del olfato.
Para realizar esta actividad sensorial necesitas:
- Las tabletas rugosas Montessori
- Tactos cuadrados
- Cajas de aromas Montessori x 12
- Especias y plantas olorosas (canela, tomillo, lavanda...)
- Una bandeja de madera con asas
Comenzamos por desarrollar nuestro sentido táctil con las tabletas rugosas. El objetivo es desarrollar la sensibilidad de sus dedos manipulando. Sobre una mesa coloca la caja de tabletas rugosas delante del niño con el fin de que pueda apreciar su número, y comprender que ella van por pares.
Incita al niño a tocar con las puntas de los dedos la superficie de las tabletas, que hay que verbalizar y clasificar según su aspereza. " Más que ", " menos que ", "muy", " poco "... vocabulario y conceptos que serán útiles para él. Su apariencia difiere ligeramente es sobre todo por el tacto (palpación) que se pueden diferenciar.
Escoge una tableta al azar y preséntala al niño. Debe encontrar el que tiene la misma aspereza entre las nueve otras tabletas, con el fin de recrear el par. Puedes también hacerlo jugar los ojos vendados, para concentrarse plenamente sobre el tacto (palpación) y evitar discernir la textura gracias a la vista. Es importante que el niño aprenda a corregirse, para esto tú puedes simplemente observar el grano de la tableta, y el color que indicarán las diferencias.
Puedes realizar el mismo tipo de actividad con los tactos cuadrados. Son, al contrario que las tabletas, más suaves y agradables para el tacto. Son hechos a partir de tejidos como el algodón, el lino, el yute, etc. El niño puede recorrer despacio la superficie de los pequeños cuadrados, entre el pulgar y el índice, de una mano a la otra. Invita al niño a verbalizar lo que siente. " Éste es más suave, el otro es más duro... "
Este juego presenta la ventaja de desarrollar la sensibilidad táctil del niño. Aprende también la expresión de las sensaciones y las impresiones. Para estimular estos aprendizajes, puedes organizar un juego de memoria táctil. Selecciona un cuadrado en la bolsa. El niño toma un tiempo para tocarlo, para sentir los matices en su superficie, su resistencia a la prensión, etc. Luego, debe encontrar el mismo cojín en la bolsa, guardando con los ojos cerrados o vendados.
¡Verdadera tesoro sensorial táctil, este juego permite explorar y maravillarse! Tu niño va a descubrir texturas todavía desconocidas, sensaciones y motivos particulares. Este bello objeto se integra perfectamente en la pedagogía Montessori; permite escoger, crear pares, hacer juegos de memoria... Si el juego es demasiado difícil para el niño, propón jugar con un jocker: ¡puede ganar al cabo del segundo intento!
Ahora vamos a trabajar el sentido olfativo, es decir el reconocimiento y la diferenciación de los olores gracias a los frascos a olores. Introduce en cada frasco elementos olorosos diferentes. Haz reconocer al niño los olores de lavanda, de tomillo, de canela, etc. ¡Todo lo que encuentres en tu jardín o en tu estantería de especias!
El objetivo pedagógico es verbalizar (no es fácil describir un olor ¿no??), por ejemplo expresando lo que prefiere, lo que le gusta menos, en lo que el olor le hace pensar... Puede desarrollar su imaginación contando un acontecimiento que el olor le recuerda (la canela puede recordar el periodo de Navidad). Herramienta formidable para los niños como para los adultos, las declinaciones de los frascos a olores son múltiples. Este tipo de juego ayuda al niño que se da cuenta de la variedad de los olores en su entorno. ¡Perfecto para la exploración sensorial, este juego desarrolla el vocabulario y la curiosidad!
En cada frasco, pon un olor diferente. Puedes tener acceso al olor sin ver lo que hay en el frasco. Utilizamos especias y plantas, pero también puedes utilizar olores líquidos aplicados sobre bolas de algodón.
Puedes también hacer un juego de memory: elimina un bote, y el niño deberá decir cuál desapareció (de la misma manera que para las tabletas rugosas o los tactos cuadrados vistos anteriormente). Puedes también mezclar los frascos guardándolos cerrados, y proponer al niño asociarlos por pares: el tomillo con tomillo, la canela con la canela, etc. El juego de las asociaciones: muestra fotos de los objetos que están en el interior, y el niño debe sentir y asociar cada frasco con la foto que se mostró.
Pequeños cojines cuadrados de diferentes tejidos a tocar o acariciar para desarrollar la sensibilidad táctil del niño. Trabaje la expresión de las sensaciones e impresiones o bien realice un juego de memoria táctil....
10 tabletas rugosas formando 5 pares de rugosidades más o menos marcadas. Los niños podrán manipularlas, clasificarlas o buscar las parejas. Un gran clásico de la pedagogía Montessori para desarrollar la percepción...